Calm

La Cannabis Sativa L. es una planta asiática del género Cannabis. Los animales presentan un elevado nivel de tolerancia a ella, con un buen perfil de seguridad y sin toxicidad clínica registrada en la literatura científica.

La exposición a situaciones crónicas de estrés puede disminuir los receptores CB1 del sistema endocannabinoide y reducir los niveles circulantes de endocannabinoides. Por tanto, la deficiencia de endocannabinoides está inversamente relacionada con niveles de ansiedad.

La Valeriana Officinalis es una planta original de Europa que pertenece a la familia Valerianacea. Los rizomas y las raíces se utilizan desde hace 2000 años para calmar la ansiedad y los trastornos del sueño, concretamente el insomnio. Induce una disminución de la actividad cerebral típica del estado de vigilia y aumenta la relajación periférica muscular.

La Melissa Officionalisi, también conocida como melisa, pertenece a la familia botánica Lamiaceae. Los estudios clínicos sobre el efecto de la melisa en el sistema nervioso central indican que cuenta con propiedades ansiolíticas/calmantes, antidepresivas y antiinsomnio. Además, tiene efectos neuroprotectores y antioxidantes y ayuda a regular los ciclos de sueño.

El L-triptófano es un aminoácido que participa en la síntesis de proteínas, en la regeneración de tejidos y en el mantenimiento y desarrollo de la masa muscular. Es un precursor de la serotonina y de la niacina, ya que es necesario para su biosíntesis. Las alteraciones en la actividad de la serotonina están relacionadas con el humor, el sueño, el apetito, el ritmo cardíaco, el dolor, la memoria y la termorregulación.

La L-teanina promueve la liberación del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibitorio que induce la relación y propicia bienestar. Por otro lado, regula los niveles cerebrales de dopamina (el neurotransmisor del placer y la recompensa) y de la serotonina (el principal neurotransmisor inhibitorio), que sufren una degradación significativa en las situaciones de estrés y de ansiedad.

Las vitaminas del complejo B desempeñan un papel especialmente importante en el buen funcionamiento del organismo animal. Ayudan a transformar los alimentos en energía para el día a día, además de mejorar la absorción de nutrientes, lo que favorece la salud del animal de manera general.